" provoca el deseo pero frustra la ejecución"
El alcohol es un potente depresor del sistema nervioso, de forma que sus efectos son claramente apreciables tras la ingestión aunque solo sea de dos o tres copas. Sin embargo las personas suelen ver al alcohol como una substancia que incrementa su funcionamiento sexual.
Para las mujeres el alcohol parece actuar como un activador psicológico y un inhibidor físico.
b) Por otro lado, el consumo continuado de cantidades de alcohol elevadas puede producir trastornos endocrinos, neurológicos y vasculares irreversibles, que reduzcan de forma permanente la respuesta sexual.
El tabaco, podemos decir que la nicotina, los alquitranes y otras toxinas del tabaco constriñen las arterias del cuerpo y disminuyen la fuerza del flujo de sangre. Ante esto, las venas más pequeñas sufren más esta alteración.
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